La situación que está atravesando la comunidad empieza a ser dramática.
Aragón desde hace dos décadas se ha caracterizado por tener las menores tasas de paro del Estado. Hubo momentos de cierta convergencia con Europa. Visto hoy, parece que entonces vivimos un espejismo. Hemos abandonado la senda de la convergencia, y miramos hacia el sur, hacia el desempleo y hacia la economía sumergida.
La delincuencia que se está viviendo en la comunidad se parece a la de otras latitudes. Hoy, por mucho que se empeñe Rubalcaba y todo el aparato Orweliano del PSOE, por mucho que naveguen en la mentira estadística provocada ya desde el origen mismo del dato ( la comisaría de policía cuyo salario depende en parte de falsear los datos sobre delitos) y se refugien en el eufemismo permanente, vivimos cerca de la fractura social. Fractura social que va aparejada a la fractura económica.
Atrás quedan las tasas cercanas al pleno empleo, con 92600 parados, casi el triple que hace tres años, y bastante más del doble que la media de los últimos veinte años. Una tasa del 14,5 % es algo inaudito en esta tierra.
Lo único que parece repuntar es la producción industrial tras el desplome sufrido, y empieza a rebotar como el gato muerto, gracias a que Opel está produciendo el nuevo MERIVA.
Hubo un tiempo en que nuestros PIB por habitante se acercaron a los de navarros y vascos, hoy recogemos los frutos políticos de los partidos: PP, PSOE y PAR. Partidos que a lo único que se han dedicado es a utilizar a Aragón y los aragoneses para su estrategia estatal o para servir a los intereses de la oligarquía aragonesa con la que comparten mantel.
El fruto que recogemos hoy es paro, e incapacidad de tomar ninguna medida, porque hemos cedido en todos los aspectos. Por un lado hemos consentido que hasta las dos metrópolis se conviertan en paraísos fiscales, y no sólo tengamos con competencia desleal a navarros y vascos. Hoy podríamos hablar de que el sistema autonómico en Aragón se ha reducido a un mínimo colonialismo, dónde ha habido unos virreyes que se han dedicado al despilfarro y a la nula defensa de su tierra. Aquí, han llegado a proponer desde el trasvase de agua, hasta permitir que lo que ayer te computó como inversión, hoy compense las mermas tributarias, en un ejercicio de estulticia territorial que no puede ser otra cosa que el hazmerreir de nuestros vecinos.
Sin financiación no hay infraestructuras. A día de hoy la DGA ( Despropósitos Garantizados de Aragón) no tiene capacidad alguna de inversión, salvo testimonial. Por ello sólo les queda recurrir a sistema RED de privatización de la red autonómica de carreteras, en una suma más para beneficiar a unos pocos sobre los intereses de todos. Y es que esa red conlleva la financiación por parte de las cajas de las concesionarias, en una pescadilla que se muerde la cola y que a la larga será sonado el desplome que inevitablemente parece que ocurrirá.
Las depuradoras, cuyo sistema de financiación es similar al carretero que ahora se propone, ya están siendo investigadas por el tribunal de Cuentas que ve irregularidades que pueden derivar en causas penales.
Vigilen todo lo que se publique sobre el sistema público-privado de gestión y modernización de las carreteras.
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