El domingo contaba este diario la ejemplar historia del empresario vasco Jabyer Fernández, un constructor que quiere revolucionar el mercado inmobiliario mediante la fabricación de viviendas por módulos. Este señor fue atrapado por la crisis (tiene algunas de sus sociedades en suspensión de pagos), riñó con el PNV de Vizcaya (que era su padrino político) y se vino a Aragón. Aquí todo le va de maravilla. Ha recibido más de cinco millones de subvención para montar una factoría en Magallón, Ibercaja le dio un crédito de veinticuatro kilates, se ha asociado con CAI y Enel para instalar parques eólicos y nuestro Gobierno le ha concedido dos de dichos parques y le ha adjudicado la promoción de unas VPO en Valdespartera (para que demuestre las bondades de sus pisos prefabricados). A ver si le va bien y crea por fin los mil doscientos puestos de trabajo que prometía cuando fascinó al Pignatelli. Ojalá.
No, no estoy dejándome caer para hacerle la cama del fakir a este señor. Tengo la convicción de que, tal y como funcionan las cosas en España y en el mundo, es necesario que las instituciones públicas atraigan empresas, fomenten el empleo y favorezcan la innovación. Lo que ocurre es que este planteamiento tan bonito y tan manido tiene muchos matices; no es tan sencillo como pretenden algunos.
Si el fichaje de emprendedores fuese fácil, tendríamos el PIB en la Champions económica. No estaríamos mosqueados ni por el pastón que metimos en la frustrada fábrica de avionetas de Villanueva ni por las subvenciones que nos engancharon los de Plantel ni por otros dineros del común que nos han levantado las más diversas compañías (incluidas las que tiene en Aragón Nueva Rumasa)... Porque, claro, una cosa es que te chulee y chantajee la Opel, que al menos va manteniendo una plantilla voluminosa y una masa salarial interesante, y otra que te rasque el bolsillo cualquier espabilao.
Hay que tener tino, hay que saber con quién se firman convenios, hay que controlar los proyectos, hay que trabajarse, en una palabra, el matiz. O sea, como lo de Gran Scala, pero completamente al revés.
Pues bien, rizando el rizo el Gobierno de aragón preadjudica otro parque eólico a un bar de copas. Menos mal que tenemos el surrealismo como horizonte y concepción tragicómica de la vida.
El Gobierno de Aragón ha preadjudicado un parque eólico a una sociedad domiciliada en un bar de copas de Zaragoza, ZZI Temple Zaragoza SL, cuyos socios aseguraron ayer que ni la conocen. Dicha empresa se constituyó hace un año con el objetivo de explotar «todo tipo de negocios de hostelería y restauración» y ahora la DGA le garantiza la explotación de 9 megavatios en un pequeño municipio al suroeste de Teruel, en Almohaja.
Dicha preadjudicación fue acordada la semana pasada por el Consejo de Gobierno de la DGA dentro de un paquete de 22 instalaciones eólicas previstas en la provincia de Teruel. En la nota oficial, se hacía especial hincapié en que los proyectos están «ligados a iniciativas empresariales de sólida implantación en el territorio y con fuerte componente de investigación y desarrollo», lo que aumentaba su capacidad de generar valor añadido en el entorno.
Fuentes oficiales de la Consejería de Industria restaron importancia al hecho de que la titular del proyecto sea una empresa de hostelería, establecida en el pub Paparazzi del Casco Histórico, y resaltaron que el promotor del parque eólico es realmente una empresa eléctrica zaragozana con 30 años de experiencia, Vidal Marqués SA. «No sabemos por qué tiene la sociedad domiciliada en un bar, pero el proyecto es de un instalador eléctrico que se fundó en 1979 y cuenta con 30 empleados en Zaragoza. Tiene su trayectoria», remarcaron.
Un forero de Heraldo se ha preocupado y aquí tenemos el objeto social y fecha de constitución de la sociedad:del BOE:160654 - ZZI TEMPLE ZARAGOZA SOCIEDAD LIMITADA. Constitución. Comienzo de operaciones: 16.03.10. Objeto social: La explotación de todo tipo de negocios de hostelería yrestauración. Domicilio: C/ TEMPLE 1 BAJO - LOCAL (ZARAGOZA). Capital: 3.006,00 Euros. Nombramientos. Adm. Unico:MONTERDE BENEDE JESUS ANTONIO. Datos registrales. T 3770 , F 118, S 8, H Z 49981, I/A 1 (12.04.10). (http://www.boe.es/borme/dias/2010/04/21/pdfs/BORME-A-2010-74-50.pdf)
Escalofriante estos días de debate sobre lo nuclear y lo renovable, la ligereza ( por decir algo) de criterios y moral de es este gobierno. ¿ Acaso estamos ante una política de tierra quemada ?
¿Acaso es lo de siempre, aprovechar el ruido mediático para hacer las cacicadas de siempre en esta comunidad?
Al respecto siempre me gusta recordar un artículo de Lola Ester, de cuando los del PAR aprovecharon las elecciones para colar Grancasa ( no hay mayor negocio que la apropiación de lo público) :
Cuando en mayo de 1999 Rudi, que gobernaba con el PAR, sacó adelante su Plan General con el único apoyo de IU (sí, he escrito Izquierda Unida), el entonces portavoz regionalista, Francisco Meroño, justificó la abstención de su partido porque en época electoral, dijo, "sólo dos ciudades debaten sobre urbanismo: Zaragoza y la Marbella de Gil". Lo de Meroño fue sólo una frase para que constara en el acta del pleno, porque de sobra sabía que las decisiones urbanísticas más sandungueras de esta ciudad se han producido en periodo preelectoral, cuando el debate está viciado y los ciudadanos se tapan los oídos para no escuchar el grillerío político. En uno de los últimos consejos del primer gobierno autonómico del PAR la DGA adjudicó directamente, y por un precio simbólico, a Grancasa 76.000 metros cuadrados en el Actur con el fin de impulsar el pequeño comercio y resarcir así a los comerciantes zaragozanos del impacto de las grandes superficies. Algunos discreparon del carácter moral de aquella operación pero nadie discutió el espíritu. Así vendía la historia el asesor jurídico y secretario de Grancasa, Isabelo Forcén, que desarrolló las gestiones con la DGA en su condición de diputado del PAR. Forcén, destacado militante de este partido y asesor jurídico de varias inmobiliarias, sabía lo que se llevaba entre manos. Así que cuando Grancasa fue vendida a la inmobiliaria Filo todo el mundo se llevó las manos a la cabeza pero nadie pudo mover un dedo porque la operación era absolutamente legal. La idea original de Grancasa se había prostituido, pero cuando se putea con todas las de la ley no hay cristiano que lo resista.
Pues eso, esto ya no hay cristiano que lo resista. Y viendo lo de Japón dan ganas de decir improperios hasta caer de espalda. ¡ Qué vergüenza !.
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