Resulta curioso que se alimente la ira contra aquellos que defienden, o debieran poder defender los derechos de los menos favorecidos, de los que están en situación de precariedad laboral, social, económica y familiar. Hoy ya no hablamos de mileuristas, son los patricios del trabajo. Esos son el enemigo para este gobierno. Sí, no sólo son los sindicatos, sino también aquellos cuyo nivel salarial está por encima de los mil euros. En El País ayer se escribía sobre el nuevo concepto, son los nimileuristas. Que en un país con esta situación salarial se plantee la rebaja de costes laborales y derechos, desde el punto de vista democrático y social es una absoluta aberración.
Como plantea Vicenç Navarro, sucede precisamente que aquellos países que tienen una menor tasa de empleo público, son ( somos) aquellos que tienen ( tenemos ) una mayor tasa de desempleo crónico. Y el problema de España reside en que existe un gran fraude fiscal por parte de las mayores empresas del país. Es la ley del embudo fiscal la que nos ha llevado a la situación de déficit crónico. Pero de eso no te hablarán desde el gobierno, ni desde los mass media ultracentristas. Para dichos medios el problema son los costes salariales.
Se habla también desde los medios ultracentristas, por no decir pseudofascistas, de la inevitabilidad del ajuste. Se habla de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Claro, nos meten en una estafa piramidal inmobiliaria, se endeuda a la población hasta las cejas, los especuladores del suelo llenan los bancos de miercda con su consentimiento, y la culpa es del paisano que sólo quiere tener una vivienda para poder vivir con su familia. Los pobres dominados deberán pagar la felonía, mientras los que se beneficiaron de los impuestos aledaños al comercio inmobiliario siguen sin querer pagar. Es más, cada vez pagan menos. Si se observa lo que se recaudaba sobre PIB en la época dorada inmobiliaria en que nos metieron Rato y compañía, se ve claramente que se recaudaba más del cuarenta por ciento del PIB, hoy, sin impuestos inmobiliarios a los compradores de vivienda, apenas se recauda poco más de un 30 % del PIB. Y eso que nos han subido los impuestos a los ciudadanos considerablemente, tanto en iva, como alcohol-tabaco, carburantes, y en Irpf. Eso sí, las grandes corporaciones aún pagan menos que hace unos años... ingeniería fiscal, paraísos fiscales, les avalan.
Juan Laborda nos resume todo lo anterior con absoluta claridad:
El nivel de explotación de los asalariados ha llegado a extremos absolutamente intolerables. Ya no basta con tener más de 5,3 millones de parados, y unos míseros salarios, donde el 58% de los trabajadores, después de impuestos y cotizaciones a la seguridad social, ingresan menos de 1.000 euros mensuales. Ya ni siquiera vale que los trabajadores por cuenta ajena paguen cinco veces más de impuestos que las empresas que los contratan, tal como sucedió en 2011. ¡No! Es necesario apretar un poquito más. Y vaya si lo han conseguido.
Con la reforma laboral del gobierno del PP, en nombre del internacionalismo moderno y de las mentiras de la competitividad, los trabajadores pierden la mayoría de sus derechos. La élite política y económica, con una formación académica y un bagaje intelectual en muchos casos inferior a la de sus empleados y electores, en vez de promover el talento, la innovación y el emprendimiento, ha decidido, para el futuro de nuestros hijos, otra cosa bien distinta.
La propuesta de Rajoy para nuestra querida España es muy clara: los jóvenes españoles bien formados acabarán en el exilio, y el resto de camareros y crupieres de los millones de turistas que vengan a España a tomar sol y playa. Y los lobbies a lo suyo, a campar a sus anchas por los ministerios, cambiar leyes, reducir el número de reguladores, y acelerar la constitución de monopolios, monopsonios, y oligopolios. Vamos, lo que siempre han hecho. Y aún se atreven muchos de ellos a citar a Adam Smith. ¿Cuántos oligopolios o monopsonios operan en Reino Unido?
Otra reforma laboral es posible
Y es en este contexto cuando observo con envidia los pasos que en materia laboral se están dando en otros países, aquellos que marcan tendencia, que siempre cogen el tren de la historia, que rompen con la rutina, con el pesimismo, con lo inevitable.
Cuando España anuncia el abaratamiento del despido, Finlandia toma medidas para proteger mejor a sus trabajadores. El periodista Faris Sanhaji en un reciente artículo detalla los puntos básicos de dicha reforma. Los asalariados temporales dispondrán de las mismas condiciones mínimas y términos de protección que los empleados de la empresa a la que han sido incorporados. Se incluye además medidas de mayor protección sanitaria y de seguridad con el objetivo de ayudar a los empleados a quedarse el mayor tiempo posible como población activa.
Pero además Finlandia se preocupa por sus parados. Como consecuencia de la pérdida del poder adquisitivo, las prestaciones básicas por desempleo pasarán de 25,74 euros a 31,36 euros al día, lo que representa un aumento de casi 120 euros al mes.
El Estado finés, en la más pura tradición nórdica, gasta en consumo social, es decir, aquellos proyectos que permiten reducir los costes de reproducción de la fuerza trabajo, tales como ayudas en vivienda, o guardería. La ayuda a la renta y al subsidio de vivienda también aumentará. Así, una persona soltera recibirá 461,05 euros al mes como ayuda básica a la renta.
El objetivo último de todas estas medidas es aumentar el excedente y la tasa de beneficio de las empresas, y con ello incrementar la acumulación de capital. Sí, el gobierno finlandés opta por la innovación, el talento, el emprendimiento, por Nokia.
Teoría económica alternativa
La ortodoxia dominante propone una serie de recetas económicas basadas en un conjunto de “verdades indiscutibles”, cuando en realidad no representan nada más que juicios metodológicos previos, de carácter ideológico.
Desde el punto de vista del mercado laboral, el pensamiento único recomienda una combinación de sindicatos débiles, mayor flexibilidad del trabajo, y congelación y reducción de salarios, cuando en realidad los países de mayor formación, prosperidad económica, y menor corrupción se caracterizan por lo contrario: participación de los sindicatos en la gestión empresarial, altos salarios, y protección del empleo.
Hoy más que nunca es necesario poner en cuestión ciertos “mitos” derivados de la aplicación elemental de la Teoría Neoclásica. Los postkeynesianos, entre los que me incluyo, además de prever la intensidad de esta crisis, defendemos planteamientos distintos a la ortodoxia. Un incremento de la demanda no produce necesariamente un alza de precios. Un incremento del salario mínimo o del salario real no produce un incremento del paro. El aumento del salario real no acarrea la disminución de beneficios de las empresas. La disminución de las tasas de ahorro no provoca una caída de la inversión, ni la moderación del crecimiento, ni la subida de los tipos de interés (la paradoja del ahorro). La flexibilidad de los precios no lleva necesariamente a la economía hacia el equilibrio óptimo.
A la hora de analizar la evolución del crecimiento económico es mucho más importante el efecto renta, según el cual la evolución de la actividad económica se explica mejor por las fluctuaciones de los ingresos y los cambios técnicos, que el efecto sustitución, que considera que el crecimiento económico se determina por la evolución de los precios y costes relativos de una economía. En la actual crisis económica, la flexibilidad de precios y salarios es desestabilizadora ya que en vez de ayudar a enderezar la economía hacia el pleno empleo, en realidad reduce la demanda efectiva. La economía es dirigida por la demanda y no por las restricciones que dependen de la oferta. Sin embargo Rajoy, al igual que antes Zapatero, guiados por sus asesores económicos, aún no se han enterado, y para cuando se enteren ya será demasiado tarde. Entonces sus economistas le explicarán y le alertarán de una crisis que se aceleró con sus reformas, la del factor trabajo.
( El subrayado es mío)
Como se observa con la comparación con Finlandia, no es sólo una cuestión de economía, es imposición e ideología. Es aumentar la presión sobre los dominados del sistema por parte de las élites y los lobbies. Precisamente, según se dice, son los que, las que, han impuesto la reforma laboral. Son los que, las que, han realizado el texto de reforma laboral. ¿ Cuestión de más empleo? NO, es cuestión de más beneficio, aunque se produzca una mayor degradación social. Pero es una visión que nos lleva a la insostenibilidad fiscal del Estado y de la Seguridad Social, haciendo recaer el costo fiscal y de rentas sobre aquéllos sobre los que se sostiene el sistema. Y ya no hablo de la reforma financiera, que eso nos llevará a un sitio peor. Algún día llegaremos a hablar del DIEZMO BANCARIO, porque eso es lo que estamos sufriendo en la actualidad, vía comisiones y vía rescate de las entidades, hasta llegar a lo que será un auténtico OLIGOPOLIO.
Sorprende, pues, que se hable de que la izquierda no da respiro, que se hable de los cien días, y demás zarandajas, como si las propuestas del PP ( PELIGRO PÚBLICO) no pudieran tener otra respuesta que la RESISTENCIA en la calle. Ante lo que es la puesta en marcha del programa oculto y política del Vudú no queda otra respuesta posible.
Rajoy está dispuesto a seguir los pasos de Thacher, llevarnos al mayor enriquecimiento de unos pocos, a costa de la mayor parte de la población. Luego llegarán las mentiras estadísiticas. Como decía el otro día en el periódico un servidor, la cuestión se resumen en lo siguiente : "Yo no sé si recordarán la campaña de Rajoy para llegar a la Moncloa. Todos los días con la palabra empleo en la boca, y repitiendo una y mil veces las cifras del paro. A cualquier tema respondían siempre con lo mismo, ¿ cierto ?. Pues bien, ganaron las elecciones porque la gente llegó a creer que eso era posible, incluso González Pons decía que con solo llegar al poder el PP se crearían tres millones y medio de empleos. Llegan al poder y hacen una reforma laboral que, aparte de devaluar profundamente lo que entendemos por empleo ( aquél que permite la sostenibilidad de una economía familiar en unas condiciones laborales dignas), va a generar cerca de un millón de parados más en el corto plazo. Como es lo que hay, el ministro de economía ( ex Lehman-brothers) dice que hay que desmitificar las cifras del paro. Claro, eso lo dice ahora. Con una patronal que baila la sardana con este Laboricidio, su presidente el Sr Rossell se despachaba ayer diciendo algo parecido, que si se contase estadísticamente como desempleo gran parte de los minijobs en Alemania, ese país contabilizaría mucho más desempleo, y abría la puerta a juegos malabares con las estadísiticas de empleo por parte del gobierno Español. ¿ Se dan cuenta de la jugada o hay que profundizar en la explicación?... ¿ Por qué lo llaman " gobernar como Dios Manda " cuando de lo que se trata es de un sistema de dominación amparado en la mentira? Prepárense para las estadísticas de nueva creación y para empleos de mierda ( ayss perdón, sostenibles)"
Ahora, desde el lado de los dominados lo tenemos muy difícil. La élites dominantes no están dispuestas a ceder un ápice y, desde luego, no en lo sustancial del LABORICIDIO. Pero, para comprender por qué lo tenemos tan difícil ya no tenemos que mirar a las élites, lobbies y gobiernos dominantes. Tenemos que mirar en nosotros mismos ( dominados ) y en la ideología de los dominantes. Sí, esa ideología que habla de lo sensato, el sentido común, el hacer las cosas como Dios Manda. Esa ideología que tan bien resumía ayer Jaime Miñana en dos párrafos :
" Está claro qué es la derecha; un estado de conciencia sociopolítica que pretende refrendar el orden establecido: las cosas son así. Por eso apelan a la "sensatez" (Rajoy y Cospedal mucho), al "sentido común" que consiste en no cambiar las cosas, porque el orden divino y humano las han dispuesto de esa guisa. La reflexión posmoderna ya ha dejado claro que nuestro hábitat cultural está conformado por constructos y relatos, pero los partidarios de la derecha entienden que el orden cósmico es neoliberal, conservador, desigual, definido por las sagradas leyes del Mercado... Solo creen que hay que cambiar las cosas cuando aquellas se desvían de esa "recta vía".
Esa mudanza "terapéutica" la aplican ahora en España "a la gallega callando", desmontando el Estado de Bienestar, evitando que se hurgue en la corrupción (los osados como el juez Garzón o los inspectores de Hacienda son retirados), criminalizando a los sindicatos y a los manifestantes. Todo para mayor gloria de sus patriciados e intereses. Y no se les puede replicar: las cosas son así, eso es lo sensato, lo que dicta el "buen entender".
Como se puede ver es ideología teñida de paternalismo, palabras huecas con las que subyugar los intelectos de la masa. Como dice certeramente James C. Scott : " Una de las funciones generales más importantes de la ideología es la manera en que convierte soluciones y resultados culturales inciertos y frágiles en un naturalismo omnipresente. En muchas ocasiones, sin embargo, se intenta adoptar esta noción más justificable de la hegemonía para, por decirlo así, alimentarla hasta convertirla en materia fuerte de la falsa conciencia. Esta transmutación se logra argumentando, y en ocasiones simplemente afirmando, que lo que se concibe como inevitable se vuelve, por eso mismo, justo. De la necesidad se hace virtud... " Claramente nos está vendiendo Rajoy el LABORICIDIO como inevitable. Por tanto, la cuestión es desmontar ese apriorismo. Si eso no se consigue, entonces lo inevitable se venderá como justo. Y para los dominados es todo... menos justo. O lo conseguimos, o como diría Pierre Bourdieu, los grupos subordinados nos las arreglariamos para rechazar lo que Rajoy y los lobbies nos niegan, y para amar lo inevitable. O sea, que acabaríamos queriendo una reforma que nos empobrece y nos margina, y nos sentiríamos orgullosos de nuestra mansedumbre y de ser fieles cumplidores de lo que las élites disponen. Nos sentiremos orgullosos de un esfuerzo que nos denigra como personas y ciudadanos.
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