La suma de IU y PSOE gana en Andalucía y frena la marea azul. Las encuestas han fallado estrepitosamente. La clave ha sido la reforma laboral ( laboricidio ) y lo que esconde el Partido Popular. Los cientos de miles de votos que ha perdido el PP con respecto a las elecciones generales son fruto del desgaste.
Prometieron empleo, y traen bajo el brazo una desvalorización y criminalización de éste. Eso es la reforma laboral, y los andaluces así lo han entendido. No se trata, por tanto, de un voto que no acepta un régimen mafioso como señalan desde los medios " ultracentristas ", porque ni siquiera se ha votado en clave andaluza, se ha votado en clave española. No creo que sea tan difícil de entender : " en clave autonómica solo se vota en épocas de bonanza - ficticia o real-, en tiempos de crisis cuando la política se hace totalmente desde Madrid se vota en clave estatal ".
Los andaluces, y los asturianos también, desaprueban las medidas tomadas por el PP y, además, temen las que esconden. Porque si mintieron en las elecciones generales y se guardaban lo peor para después de las autonómicas citadas, el miedo de la gente es real.
La lectura de Intereconomía, y otros similares, es que los andaluces son ciudadanos de tercera, que aceptan la corrupción como algo con lo que convivir, como si lo que representa el PP fuera la honestidad, cuando tienen los juzgados abarrotados con procesos y condenas como la de Matas -sí, Matas, el señor al que ponían como ejemplo Rajoy y Arenas, de infausto recuerdo para los aragoneses y peor para los baleares-. Se han acostumbrado a que la corrupción afecte electoralmente a la izquierda ( o pseudo-izquierda ) y no afecte a la derecha. Bajo esa lectura habría que pensar si los votantes de izquierdas se han acostumbrado a taparse la nariz como el bloque de la derecha, o incluso, si Andalucía y Valencia - o Baleares- son diferentes al resto de los ciudadanos del Estado.
En todo caso, si tuviéramos que hablar de política en clave pseudomafiosa, como se apunta desde los medios " ultracentristas ", deberíamos tener presente lo siguiente:
Cuando hablamos de la mafia, los que explican la legitimidad del mafioso, la explican desde el sentido de la seguridad contractual que daba el mafioso donde no existe otro poder. El mafioso se convertiría en la persona que, con su honorabilidad y posición, garantizaría la transacción, garantizaría al comprador que lo que compra es lo pactado y garantizaría al vendedor que cobrará la estipulado. Por eso, la gente se acostumbra a ese sistema y sin la figura del mafioso, sin otro que lo sustituya, sería difícil el comercio y la transacción. Es algo que parece que está muy estudiado, y parece que la gente se acaba adaptando a esta forma de funcionar, hasta el punto de considerarla inevitable y necesaria. Como seres inteligentes, y siendo una característica de inteligencia la capacidad de adaptarse al entorno, los humanos racionalizan la situación y la interiorizan hasta el punto de no querer otro sistema.
Ahora bien, si hablamos de regímenes políticos mafiosos en algunas autonomías, deberíamos pensar en lo mencionado anteriormente. Entonces deberíamos pensar que la gente se ha acostumbrado a vivir con un sistema como inevitable. Creo que es bueno, llegados a este punto, recordar lo que decía el otro día cuando la hegemonía se basa en la inevitabilidad de las situaciones. Como dice certeramente James C. Scott : " Una de las funciones generales más importantes de la ideología es la manera en que convierte soluciones y resultados culturales inciertos y frágiles en un naturalismo omnipresente. En muchas ocasiones, sin embargo, se intenta adoptar esta noción más justificable de la hegemonía para, por decirlo así, alimentarla hasta convertirla en materia fuerte de la falsa conciencia. Esta transmutación se logra argumentando, y en ocasiones simplemente afirmando, que lo que se concibe como inevitable se vuelve, por eso mismo, justo. De la necesidad se hace virtud... "
¿ Son los gobiernos, valenciano y andaluz, inevitables ? ¿ Son por eso mismo, justos? ¿ Son lo malo conocido? ¿ Forman parte, ya, de la conciencia colectiva de esos pueblos? ¿ O, quizás, no es para tanto y estamos sacando los pies del tiesto?
Reflexionen sobre los conceptos de mafia, hegemonía, inevitabilidad, capacidad de adaptación y mera supervivencia. Ah ¡ y no se queden solo con ciertas autonomías, pregúntense: ¿ Quiénes tienen acceso al gobierno y quiénes somos meros súbditos?, y piensen lo que se está cociendo con las constructoras y otros lobbies todos los días en Madrid con el Gobierno de la Nación, con éste y con el anterior, y el anterior del anterior. Y de paso, para otro día, qué pasa con Bankia que deja caer el Banco de Valencia y va a pujar fuerte Catalunya Caixa... ¡ no tendría guasa la cosa si no fuera verdad!
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