martes, 28 de febrero de 2012

ECONOMISTAS DESCONOCIDOS



Genial, como casi siempre, la tira de Antonio Postigo en el Periódico de Aragón.

La economía es una ciencia social, que por serlo tiene mucho que ver con la ideología. En estos momentos de pensamiento único, en el que todo versa sobre los costes salariales, como si ése fuera el problema de España, es bueno leer gente, que desde la disciplina económica tienen otras lecturas de la crisis y sus soluciones.

Esta tarde estuve en una reunión explicativa del Laboricidio - eufemísticamente, reforma laboral- realizada por economistas, representantes y militantes de Cha. Tras las explicaciones, la sensación que me queda es que la reforma es mucho peor de lo que podía imaginar. Porque cuando se ve, caso por caso, los aspectos de la reforma laboral, uno se da cuenta de que es un auténtico disparate. El desamparo, en que se sume al trabajador, es de tal magnitud que supone un modo de dominación cuasi-feudal.

En un país como España, el trabajador español paga el 75 % de impuestos que un trabajador sueco, y sin embargo, un empresario español paga el 20 % que un empresario sueco. Quizás eso explique, bien a las claras, el problema de ingresos del Estado Español.

 Pero, vemos que el PP percibe que el problema es el trabajador, y se le tacha de vago y bajista cuando legisla que por caer enfermo puede ser despedido. O vemos que, el PP entiende que el problema de la competitividad reside en los costes salariales, cuando éstos son ínfimos en comparación con los de otros países, aunque aquí habría que contrastar con la productividad por unidad de tiempo. Podríamos seguir con las subvenciones a las contrataciones, o cómo prácticamente se bonifica la contratación de jóvenes al 100 %. Y así seguiríamos con el destrozo a los convenios, la vía libre a las bajadas de salarios generalizadas, la consideración de causas objetivas de despido a cualquier circunstancia desde económica a organizativa...
¿ Habrán pensado, acaso, en qué situación van a dejar las cuentas de la seguridad social ? ¿ Habrán pensado en la cantidad de triquiñuelas legales que van a permitir hacer a los empresarios ? ¿ Habrán pensado si eso mejora la productividad y competitividad de un país ? ¿ Habrán pensado en la desestructuración social que lleva consigo este laboricidio ?  Sin duda, están cegados de liberalismo económico como ideología, pero que no es liberalismo, es simplemente imposición política. Lo curioso es que nunca de una crisis de estas caracterísiticas se ha salido de esta forma, así sólo se sale tras mucho tiempo y habiendo dejado muchos cadáveres en el camino... ¡ ´Que se lo digan a Pinochet si no... !

 Si empiezas a darle vueltas a todo el asunto, te das cuenta que en un país en que los trabajadores por cuenta ajena declaran más que los empresarios, y ello a pesar de que las rentas salariales han perdido peso en la renta nacional como nunca en la historia democrática - incluso en la tardo-franquista -, se ve que, de forma descarada, al Gobierno del PP no le basta. Quieren más y más sangre trabajadora, quieren más distribución de riqueza de abajo a arriba, y eso no es ciencia económica. La sangre, sudor, y lágrimas ya tienen cheque al portador. Eso es un atraco bajo forma de decreto, que rompe con todo el sistema de progresividad, que ni se contempla siquiera como idea. Es un sistema de dominación que rompe con la paz social, que rompe el Estado de Bienestar - por pobre que haya sido el español-. Y si ya escuchas, lees, o ves las televisiones y demás medios ultracentristas, ves que subyace una estrategia descarada de acabar con la interlocución sindical. En Intereconomía preguntaban a la audiencia quién era mas golfo, si Méndez o Toxo. Esa pregunta en un país en que ha ocurrido lo que ha ocurrido en los últimos años, produce sonrojo y vergüenza ajena. El objetivo es claro, aprovechar la crisis financiera, inmobiliaria, para descargar todos los costes sobre el trabajo asalariado. Hoy son los currantes de la empresa privada, mañana serán los funcionarios, sólo saben de destruir la red social. Me temo que todo puede saltar por los aires en primavera. Y es que, si siembras vientos recogerás tempestades. Ahora, lo lógico es esperar a los presupuestos del Estado, a finales de marzo, para hacer la mayor huelga general de la historia de la democracia. Es lo que se merece el Laboricidio del PP. Uno no puede sino tachar al PP como PELIGRO PÚBLICO.

Pero, volviendo a la tira cómica de Postigo, quería traerles las reflexiones de Juan Laborda - economista y aragonés- que descubrí hace unos días. No tiene pelos en la lengua para analizar el disparate económico en que nos van a sumir estas políticas.  los enlaces que pongo a continuación, y piensen si, de verdad, merecen la pena semejantes planteamientos económicos, o lo que de verdad subyace es una nueva forma de dominación social. 

La falacia de la competitividad

Las élites fuerzan un estallido social



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