Por los pelos y sin más votos que los propios, el Grupo Parlamentario Socialista ha sacado adelante el carpetazo parlamentario al 'caso Seseña' con una resolución en la que el Congreso mira hacia otro lado en las responsabilidades políticas y administrativas de la Junta de Castilla-La Mancha (de José Bono y José María Barreda) en el escándalo y que han sido denunciadas por el Tribunal de Cuentas. Al final, los grupos nacionalistas e IU, que habían firmado el texto en cuestión, no dieron la cara y dejaron solos a los socialistas. Bono se libró de que el máximo órgano fiscalizador del Estado continuara con el caso por 19 votos de sus compañeros de filas frente a 18 del Grupo Popular.
Las 192 irregularidades o infracciones de leyes y normativas urbanísticas registradas por el tribunal en el macroproyecto impulsado por Francisco José Hernando ("El Pocero") en la localidad toledana próxima a Madrid, más el aviso que hacía el mismo órgano de que el Gobierno autónomo competente podía haber evitado muchas de ellas si hubiera cumplido con sus obligaciones, quedan como caso cerrado en el ámbito parlamentario.
Hoy reclama reclama un pacto PP-PSOE “para que el que pierda no inflame las calles”
José Bono ha avisado que los dos grandes partidos "están obligados a entenderse" si se quiere salir de la crisis porque, el que gane, tiene que tener la seguridad de que el otro, en las medidas que tome, "no le va a criticar ni va a inflamar las calles en contra".
En una entrevista en la cadena Cope, recogida por Europa Press, el presidente de la Cámara Baja, ha añadido que "es muy fácil un megáfono, una tienda de campaña y una acera llena que puede dar motivo para una fotografía y para mil periódicos" y que, tanto la izquierda como la derecha, deberían comprometerse a no gastar más de lo que tenemos, ya sea antes o después de las elecciones.
A su juicio, sin acuerdo entre las principales fuerzas políticas, la situación es "complicada" ya que es necesario tomar medidas que exigen la conformidad para que no se "inflamen" los que han de oponerse ni "emocional, ni política, ni interesadamente". De esta forma, ha reiterado que el "PSOE y PP están obligados a entenderse" y "ojalá, si nos entendiésemos, sea antes de las elecciones".
Léan el siguiente enlace y naveguen por el blog. Sin desperdicio.
http://notitia-criminis.blogspot.com/2011/09/el-simple-mecanismo-de-la-podredumbre.html
Un banco o Caja presta millones al corrupto. El corrupto hace desaparecer el capital eludiendo impuestos y controles financieros y, sobre todo, el pago de las deudas contraídas. El banco se descapitaliza y entra en quiebra. El Estado rellena el agujero financiero con la liquidación del Estado Social y el aumento de las cargas impositivas sobre los salarios. Nadie pierde, salvo todos aquellos que carecen de poder.
En gran parte de los caso conocemos lo sucedido, conocemos los nombres, conocemos las empresas y conocemos las vías por las que, siempre con la complicidad política, se ha robado en cantidades no imaginables hasta le fecha. También conocemos la impunidad o cuasiimpunidad con la que esto ha sucedido... ¡Y lo seguimos tolerando! ¿Somos idiotas?.
Un par de citas del autor, de otros post, reflexionando sobre lo mismo:
1.- Con lo que está sucediendo en este día, nuestra narcotizada segunda Restauración se adentra profundamente en la mutación del Estado en Hampa organizada, y con ello enuncia nuevamente unas viejas palabras y reclama del Ciudadano, del Cives, que las reconsidere otra vez:
“Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, que persigue invariablemente el mismo objetivo, evidencia el designio de someterlos bajo un despotismo absoluto, es el derecho de ellos, es el deber de ellos, derrocar ese gobierno y proveer nuevas salvaguardas para su futura seguridad”.
2.- No obstante, para quienes consideran –y yo lo considero así– que la situación española ha alcanzado un estado de “corrupción endémica” tal y como la ha definido el Parlamento Europeo en el Informe Auken y que, por lo tanto, es obligación cívica sospechar, investigar y denunciar; lo conocido hasta ahora en Castilla-La Mancha –aunque no sólo ahí– dibuja una evolución preocupante en las estructuras de corrupción política. Si habitualmente se identifica corrupción con cohecho, es decir, con soborno, los datos disponibles pergeñan un esquema sustancialmente distinto y mucho más perfeccionado.
Ya no se trata de que un constructor tenga que pagar un soborno a un alcalde o a un responsable político dentro de su ámbito de poder, sino de la creación de zonas geográficas de monopolio a favor de determinadas empresas o grupos empresariales vinculados más o menos abiertamente a los poderes políticos de esos territorios. Tales grupos no solamente se benefician de su privilegio monopolístico, sino de la disponibilidad incondicional e ilimitada del crédito por parte de los gobernantes regionales a través de las cajas de ahorro y, si llega el caso y así es necesario, de la potestad de estos para modificar la legislación aplicable y convertir en jurídicamente viable lo ilícito, si es que no lo decididamente delictivo.
La crisis y el fiasco ladrillesco, además de haber puesto al país al borde de la intervención y de la liquidación del Estado Social, también han enervado estos nuevos esquemas de corrupción que amenazan con barrer el Estado de Derecho porque parten, precisamente, del mismo poder legislativo que los debería combatir; pero no los han hecho desaparecer. Permanecen donde estaban, a la espera de que vuelvan los buenos viejos tiempos, y sólo una más que improbable reacción civil podrá estorbar el desmoronamiento definitivo de la más elemental decencia pública.
Al otro lado de la bancada, la caja manejada por el Partido Popular.
http://www.periodistadigital.com/economia/instituciones/2011/09/29/amoros-jefes-mediterraneo-pension-cam-repartieron-13-millones-banco-plena-ruina-caja-.shtml
El cobro de 13,3 millones de euros por parte de cinco directivos de la Caja de Ahorros del Mediterráneo quebrada y con un agujero que supera los 15.000 millones es una inmoralidad.
Estos cargos de la CAM ejecutaron, justo días antes de que la entidad fuera intervenida por el Banco de España, el cobro íntegro de sus prejubilaciones, pactadas cuando la caja flotaba en la burbuja del ladrillo.
El Estado, o sea, todos los españoles, hemos tenido que salir al rescate de la entidad alicantina poniendo, por lo pronto, cerca de 6.000 millones para intentar reflotarla. Pero sólo es el principio.
La desfachatez de estos directivos de la CAM, que no se caracterizaron precisamente por su brillante gestión, obliga a las autoridades a solicitarles que devuelvan el dinero. Si no hay acuerdo, habrá que reclamárselo por todos los cauces posibles.
Es inconcebible y resulta sangrante que los responsables que han llevado a la ruina a una caja acaben siendo premiados con una lluvia de millones, cuando lo que deberían hacer es responder por su manifiesta incompetencia.
EL SAQUEO
Como subraya el diario 'El Mundo', jamás un quebranto financiero tan grande obtuvo una recompensa tan extraordinaria. La cúpula directiva de la CAM, la misma que con su gestión condujo a la cuarta caja de ahorros de España a la bancarrota, se embolsó 13,3 millones de euros en indemnizaciones justo antes de que la entidad fuese intervenida por el Banco de España.
Dos meses después del rescate, el supervisor destapó unas pérdidas de 1.136 millones de euros en el primer semestre de 2011. El Estado ha tenido que inyectar 2.800 millones para recapitalizar la caja y prestarle 3.000 millones para que atienda sus problemas de liquidez. Unos números que no impidieron que sólo cinco ejecutivos de alto rango accedieran a repartirse 13,3 millones en indemnizaciones.
Los beneficiarios de tan jugosas indemnizaciones son Roberto López Abad, ex director general de la caja y al que todas las fuentes apuntan como primer responsable de su desaguisado; Vicente Soriano, jefe de Recursos Humanos; Joaquín Meseguer, responsable de Participaciones Empresariales; Agustín Llorca, director general adjunto, que abandonó la entidad un día antes de su intervención por el Banco de España, y Gabriel Sagristá, director de la zona Norte.
Los cinco se acogieron al expediente de regulación de empleo (ERE) que puso en marcha la CAM este mismo año después de haber sido los máximos responsables de una gestión que ha llevado a la entidad a una morosidad del 51% con el sector inmobiliario, pérdidas de 1.136 millones en apenas seis meses y una posición de liquidez que obligó al Banco de España a rescatarla.
Y hoy sabemos que la Generalitat planea recortar el sueldo a los funcionarios un diez por ciento.
José Manuel Vela, consejero de Hacienda y Administración Pública, tiene previsto recortar 1.500 millones de euros del presupuesto previsto para 2012. Vela reducirá la masa salarial de la Generalitat un 10% para ahorrar 530 millones. Una decisión que afectará a 15.000 trabajadores del Gobierno que preside Alberto Fabra, según pudo saber este periódico. "La situación es insostenible", reconoció a dirigentes de Intersindical Valenciana durante una reunión que mantuvieron días atrás.
http://politica.elpais.com/politica/2011/09/28/actualidad/1317242240_256427.html
Lo que se nos empieza a inflamar es otra cosa, y los partitócratas ( PP y PSOE ) tienen miedo.
Y recuerden lo que expuse en Enero, conviene recordarlo:
Hace un tiempo circuló por la RED unos artículos del que fuera Economista Jefe del FMI, Simon Jhonson. En esos artículos, relataba cómo era la intervención del FMI y qué circunstancias socio-políticas se encontraban en esos países. Este artículo es de hace años, y cuando lo leí me dí cuenta de que aquí iba a pasar lo mismo. Pues a la postre, hemos actuado como un simple país bananero en busca del alcorce imposible.
Pero, vamos a hacer un repaso a lo que decía y saquemos conclusiones y/o analogías.
Lo típico es que estos países están en una situación económica desesperada por una sola razón: sus élites poderosas se excedieron en tiempos de bonanza, y se arriesgaron demasiado. Los gobiernos de mercados emergentes y sus aliados del sector privado suelen formar una estrecha y, en la mayoría de los casos, también refinada oligarquía que dirige el país más bien como una empresa con ánimos de lucro de la que controlan sus acciones. Cuando un país como Indonesia o Corea del Sur o Rusia crece, también lo hacen sus líderes empresariales. Siendo dueños de su pequeño universo, esta gente hace algunas inversiones que benefician claramente al conjunto de la economía, pero también comienzan a hacer apuestas mayores y más arriesgadas. Ellos suponen – en la mayoría de los casos, correctamente – que sus conexiones políticas les permitirá hacer recaer sobre el gobierno cualquier problema sustancial con el que se topen.
Sin embargo, y de forma inevitable, los oligarcos de mercados emergentes se pasan; despilfarran dinero, y construyen enormes imperios de negocios sobre una montaña de deudas. Los bancos locales, a veces presionados por el propio gobierno, se prestan con demasiada facilidad a conceder créditos a la élite y a aquellos que dependen de ella. Siempre la cosa acaba mal cuando se excede al endeudarse con préstamos; sea un individuo, una empresa, o un país. Tarde o temprano, las condiciones crediticias empiezan a apretar, y nadie te prestará dinero bajo condiciones remotamente asequibles.
El espiral vicioso que viene a continuación tiene una caída particularmente empinada. Empresas gigantescas tambalean al borde de la bancarrota, y se colapsan los bancos locales que les prestaron dinero. Lo que antes se llamaban “empresas mixtas públicas y privadas” pasa a ser rubricado como “capitalismo de compinches.” Sin crédito disponible, le sigue un parálisis económico, y las condiciones sólo recaen de mal en peor. El gobierno se ve obligado a tirar de sus reservas en divisa extranjera para pagar las importaciones y los intereses sobre la deuda existente, y cubrir las pérdidas privadas. Pero tarde o temprano estas reservas se agotan. Si el país no puede enmendarse antes de que pase aquello, acabará incumpliendo su deuda estatal, y se convierte en un paría económico. El gobierno, en su carrera para detener la hemorragia, por lo típico se ve obligado a eliminar algunos de sus iconos nacionales – ya que sangran liquidez – y normalmente también a reestructurar un sistema bancario gravemente desequilibrado. En otras palabras, tendrá que estrujar como mínimo a algunos de sus oligarcas.
Sin embargo, rara vez resulta el estrujar a los oligarcas la estrategia preferida por gobiernos de mercados emergentes. Más bien lo contrario: al principio de la crisis, los oligarcas suelen estar entre los primeros que reciben ayudas extra del gobierno, por ejemplo mediante un acceso preferente a divisas extranjeras, o quizá una buena reducción de impuestos, o bien – y ésta es una técnica de rescate financiero clásica del Kremlin – la asunción de deuda privada por el gobierno. Bajo coacción, la generosidad hacia los viejos amigos puede adoptar muchas formas innovadoras. Y entretanto, teniendo que estrujar por lo menos a alguien, la mayoría de los gobiernos de mercados emergentes ponen su mirada primero en la gente común y trabajadora – al menos, hasta que se conviertan en demasiado generalizados los disturbios.
No hace falta mucha imaginación, ¿ verdad?, para buscar las analogías a España y Aragón. Las alfombras rojas a determinados empresarios, sus ropajes de eminencias empresariales, su declive y acabamos sacando las castañas del fuego con nuestras cajas . Los grandes negocios, los monopolios, los agentes urbanizadores, y ahora las cajas arruinadas, el país intervenido de facto, negociando con unos sindicatos la rendición de los trabajadores, pasando por la extensión de la economía sumergida, el desempleo masivo, la poca competitividad del país.
Los disturbios todavía no los hemos visto, y es que en esa refinada oligarquía figura también un clase corporativo-institucional que es capaz de firmar el tardopensionismo. Por algo en estos momentos estamos firmando el armisticio, la paz de Westfalia por la que el Estado de bienestar, la protección social sucumbe ante las exigencias de los acreedores del país.
¡ Que cada uno saque sus conclusiones !
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