lunes, 29 de marzo de 2010

La factura energética.

El otro día comentaba el verdadero límite para la recuperación económica. El límite está claramente en que no podemos crecer con un petróleo caro. El petróleo mueve casi todo lo que es movible en el planeta. Y hemos llegado al límite, por ello, las políticas de muchos países se encuentran estranguladas por ese límite. El peak oil lo tenemos sobre nuestras cabezas, y hará que nos tengamos que plantear muchas cosas. Estos días en Aragón hay gente ufana por la consecución de un Gran Premio de Motociclismo en el nuevo circuito de Alcañiz. Lamentablemente no comprenden que cada euro que se gaste a partir de ahora en ese circuito va a ser en balde y lo que es peor hemos creado un monstruito que va a devorar recursos necesarios para otras cosas. Personas que no saben por dónde les da el aire, que no comprenden la geopolítica, que sólo entienden de gastarse el dinero en autobombo deberían dejar paso en política a otra gente que comprenda el gran daño que han realizado. Motorland podría haber significado algo hace veinte años, ahora salvo algún evento creo que es meterse en una vaguada un momento antes de que pase la estampida de ñus. Igual que la otra aventura, otra que va de Fostermanía, la idea de Castanesa y las superestaciones en el pirineo, esa puede ser un fiasco de órdago y señor mío. Creer que va a haber mercado en los tiempos que vienen para eso, es sinceramente de irresponsables totales.

A unos precios el barril que apenas sobrepasan la mitad de sus máximos en 147 dólares barril, ya se nota la factura energética que nos va a impedir crecer,  pues hay que tener claro una cosa que la factura energética va a frenar una y otra vez el crecimiento, de momento lo parará en algunos países, pero pronto lo hará a escala planetaria.

Bueno dejo lo último publicado al respecto en Cotizalia:

http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/factura-energetica-dispara-lastra-recuperacion-20100329.html

Algo está cambiando en el comercio exterior. Y no, precisamente, en la buena dirección. La factura energética vuelve a dispararse. En concreto, un 23,8% en enero en términos anuales. Se rompe de esta manera una tendencia descendente que había durado año y medio, y que ha contribuido en buena medida a mitigar los efectos de la recesión.

En 2009, España se ahorró nada menos que 21.223 millones de euros en petróleo respecto del año anterior (cerca del 2% del producto interior bruto), pero en 2010 todo indica que va a ser distinto. Muy distinto. En febrero y marzo el precio del petróleo ha vuelto a crecer y además el tipo de cambio del euro respecto del dólar se ha depreciado, lo que supone una combinación explosiva para la renta disponible de las familias y para las cuentas de las empresas, que deben soportar un aumento de los costes.

El descenso de los tipos de interés, la caída de los precios del petróleo y las políticas expansivas en el gasto público fueron realmente los factores que permitieron el año pasado compensar la brutal caída del empleo, del comercio mundial y del crédito, pero ahora dos de esos impulsos económicos no dan más de sí. Los gobiernos recortan el gasto y el petróleo no sólo ha dejado de caer sino que está subiendo de forma importante. Por encima del 21% en los últimos doce meses. La política monetaria, al menos, continúa siendo extremadamente laxa.

Los datos de Economía indican, en concreto, que el precio medio del barril de crudo tipo Brent (159 litros) se sitúo durante el primer trimestre del año (hasta el pasado 25 de marzo) en 74,93 dólares, muy lejos de los 61,53 dólares registrados en el mismo periodo del año anterior. El tipo de cambio todavía se mantiene en niveles similares a los del año pasado en media trimestral (1,39 frente a 1,40 dólares), pero con una clara tendencia a la depreciación del euro en coherencia con los diferentes datos macroeconómicos que se observan a uno y otro lado del atlántico, y que indican que la Reserva Federal subirá antes que el Banco Central Europeo (BCE) los tipos de interés. Y si aumenta el precio del dinero, el billete verde se aprecia.

La consecuencia no puede ser otra que un aumento de la gasolina, según datos de la Secretaría de Estado de Energía. En febrero de 2009 el litro de gasolina de 95 octanos se situaba en 90,91 céntimos de euro, pero el mes pasado (media nacional) había escalado ya hasta 1,10 euros. De la misma manera, el gasóleo para automoción se situaba hace un año en 86,63 céntimos, pero este año y en el mismo mes el precio medio se ha situado en 99,37 céntimos de euros por litro.

Para entender la importancia que tienen los precios del petróleo en la economía nacional hay que tener en cuenta que en 2009 la factura energética ascendió a 33.819 millones de euros. De esta cantidad, algo más de 24.571 millones correspondieron a petróleo; otros 7.722 millones a compra de gas y el resto a la adquisición de carbón y electricidad. La cifra contrasta con los 55.042 millones gastados en 2009 en la compra de productos energéticos, lo que da idea del enorme beneficio que ha tenido para la renta disponible el descenso de los precios del petróleo.

El repunte de enero en la factura petrolífera (últimos datos publicados por Comercio), se prolongará, por lo tanto, durante los meses de febrero y marzo, lo que añadirá presión al crónico déficit comercial español, que incluso registró un ligero aumento del 0,3% durante el primer mes del año. Es la primera que sucede algo parecido desde hace 18 meses, lo que supone un freno al ajuste del desequilibrio exterior. Detrás de este cambio de tendencia se encuentra, sin lugar a dudas, el comportamiento del déficit energético, que creció en enero un 34,4% respecto del mismo mes del año anterior.

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